Los liposomas son pequeñas vesículas huecas (burbujas) creadas artificialmente que realizan una función de transporte. Su estructura consta de una o más biocapas de fosfolípidos separadas entre sí. Las capas protegen los fármacos durante su transporte a través del torrente sanguíneo y permiten que el ácido ascórbico penetre en la célula a través de las membranas. En apariencia se parecen a gotas de grasa en agua. Los tamaños de los liposomas oscilan entre 500 y mil nanómetros. Las formas convencionales de ácido ascórbico no permiten el aprovechamiento completo de todas las propiedades beneficiosas de la sustancia, ya que una parte importante de ella se excreta del cuerpo. La vitamina encapsulada dentro de las capas protectoras penetra directamente en la sangre y aumenta significativamente los niveles de energía. La forma liposomal de la vitamina tiene una alta tasa de absorción, no irrita las paredes del estómago y no está sujeta a la influencia destructiva de las enzimas digestivas. La vitamina liposomal es adecuada para niños, pacientes gravemente debilitados debido a su absorción sin costes energéticos importantes. Los liposomas especiales de este complejo protegen la vitamina de la destrucción; es absorbida casi por completo por el sistema circulatorio, que distribuye sustancias beneficiosas por todo el cuerpo, entregándolas a las estructuras celulares de todos los órganos sin excepción.
